martes, 4 de octubre de 2011

ESTUDIO DE GEORGE WASHINGTON UNIVERSITY SOBRE LA INTERVENCIÓN ARTERAPEUTICA EN ADULTOS MAYORES

ESTUDIO DE GEORGE WASHINGTON UNIVERSITY SOBRE LA INTERVENCIÓN ARTERAPEUTICA EN ADULTOS MAYORES

Recientemente, la Universidad George Washington (USA) ha realizado un estudio con el objetivo de medir el impacto de la intervención profesional del arteterapia (música, plástica, danza, canto, etc.) en Programas de Salud Física y Mental para adultos mayores de 65 años.
La investigación consistió en estudiar a dos grupos de adultos mayores (166 en total), sanos, residentes de la zona del DC en Washington. A uno de los grupos (grupo de intervención), le propusieron realizar una actividad artística durante el lapso de 12 meses.
Los resultados obtenidos revelaron resultados muy positivos. Comparando ambos grupos, en el grupo de intervención se observaron resultados tales como:
- Una mayor escala en la salud física
- Menores visitas al médico
- Menos uso de medicación
- Menores posibilidades de recaídas
- Menores problemas en otras cuestiones físicas
Asimismo el grupo de intervención mostró un mejor estado de ánimo y menos sentimientos de soledad.
Por lo tanto, el estudio concluye que las intervenciones arteterapéuticas (música, plástica, danza, etc.) tienen un impacto positivo en las personas.

viernes, 9 de septiembre de 2011

UNIVERSIDAD J. F.KENNEDY

Escuela de Psicología
Dra. Alicia Risueño
Directora  
TALLER DE ARTETERAPIA
Abierto a la comunidad

El proceso creativo tiene el poder de transformar nuestras emociones, pensamientos e ideas.  
Salud y creación se unen para hacer posible la búsqueda personal del ser humano.


El Taller de Arteterapia es un espacio de trabajo donde los recursos plásticos facilitan la expresión de nuestras imágenes internas.  El trabajo grupal, el arte, el cuerpo  y la palabra nos ayudarán a transitar este camino de búsqueda interior.
Para participar no se necesita tener experiencia ni habilidades artísticas.
Los encuentros son semanales de 1 ½ hs cada uno.
Coordinadora: Lic. María Laura Riva. Psicóloga UAJFK), Arteterapeuta (Hospital de Clínicas J. de San Martín).
Lugar: Colegio Neuquén Pringles 1377
Día y Hora  Martes de 19.00hs a 20.30hs. (Inicio 20 de Septiembre)
Costo: $20 por encuentro.
Informes e inscripción: Extensión Universitaria. Bme. Mitre 1411  1° piso Tel.  4116.1181- extuniv@kennedy.edu.ar
 

lunes, 8 de agosto de 2011

Psicoterapia por el Arte y/ o Arte como terapia.

 De acuerdo a Touson (2003) por un lado existen escuelas donde la Arteterapia se relaciona con una forma de psicoterapia vía el arte mientras que otras, adoptan el arte como terapia, poniendo más énfasis en los beneficios terapéuticos del proceso creativo.

Dentro del primer enfoque encontramos que la Asociación Argentina de Arteterapia (2006) da la siguiente definición de Arte Terapia:

Disciplina del campo de la Psicoterapia en la que se emplean recursos de las artes con objetivos terapéuticos. Ella resulta de la convergencia de las teorías de la psicología y las técnicas y conocimientos artísticos, abarcando así las especialidades de Musicoterapia, Danza/movimiento terapia, Psicodrama, Biblioterapia y Arte Terapia (plástica). (p. 1)

Según la Asociación Británica de Arteterapia (2010), sería:

Una forma de psicoterapia que utiliza los medios artísticos como su modo de comunicación primario. Los clientes que se remiten a un arte terapeuta no necesitan tener experiencia en arte, ni se busca como principal actividad la estética, sino que el objetivo es permitirle al cliente cambiar y crecer a nivel personal a través del uso de materiales de arte en un ambiente seguro y facilitador. (p.1)

Dentro del segundo enfoque, en cambio, encontramos la definición de la Asociación Americana de Arteterapia (2010) que dice:

El Arteterapia es una disciplina para la salud mental que usa el proceso creativo artístico para mejorar y reforzar el bienestar físico, mental y emocional de individuos de todas las edades. El proceso creativo implicado en la autoexpresión artística ayuda a las personas a resolver conflictos, problemas, desarrollar habilidades interpersonales, manejo de la conducta, reducción del stress, aumento de autoestima, y que la persona pueda conocerse a si misma y lograr un insight. (p.1)

Podríamos decir, entonces, que los diferentes enfoques utilizan la palabra “arteterapia” de manera diversa, algunas, poniendo el acento sobre una mirada más terapéutica- la arteTERAPIA o arte terapia; mientras que otras, privilegian más lo artístico - el ARTEterapia. Nuestro propósito, en este trabajo, es trabajar sobre la primer mirada, poniendo el énfasis en la arteterapia o psicoterapia por el arte.

Sabemos del uso e implementación de talleres artísticos en los programas de tratamiento y recuperación de pacientes con trastornos mentales graves. Sin embargo, es posible observar que estos tienen o han tenido fundamentalmente un objetivo recreacional u ocupacional. Dado el gran impacto que tiene sobre la salud este tipo de enfermedades, nos preguntamos si es posible el desarrollo y la implementación de nuevas alternativas terapéuticas, acordes con una mirada integral y biopsicosocial con la que se aborda el tratamiento de las patologías psiquiátricas. ¿Podría ser la psicoterapia por el arte una herramienta terapéutica que pueda resultar beneficiosa para el tratamiento psicoterapéutico de pacientes con psicosis?

Naumberg (1955, citado en Hammer, 2008) considera que los analistas, los psiquiatras y los psicólogos son cada vez más concientes de que la terapia artística, como técnica primaria (Psicoterapia por el Arte) o como técnica auxiliar (Arte como terapia), libera más rápidamente el material inconciente profundo y por consiguiente, acelera el proceso terapéutico.

Este tipo de terapia se ha desarrollado ampliamente en Estados Unidos e Inglaterra, donde se utiliza como parte de la asistencia médica y social. La implementan como parte de los programas de cuidado psicológico de sus pacientes y disponen, además, de asociaciones dedicadas a la investigación y desarrollo. (Arias, Vargas, 2003)

¿Qué es Arte-Terapia?

En el Diccionario de la Real Academia Española  (2001) la palabra no figura como tal; por lo tanto, consideramos importante buscar los términos que componen la palabra por separado.  La palabra “Arte” proviene del latín ars, artis, calco del griego Tekne que significa:
-  Virtud, disposición y habilidad para hacer algo.
-  Manifestación de la actividad humana mediante la cual se expresa una  visión personal y desinteresada que interpreta lo real o imaginario con recursos  plásticos, lingüísticos o sonoros.

Nos interesó profundizar en las raíces griegas de la palabra “arte”, y encontramos que ARS (palabra en latín) es la romanización de la palabra griega ARTAO TEKNE que, según Garzarelli (2001), significaría la habilidad de las articulaciones o aquello que debe ser juntado, unido, o bien algo que une. Frase que surge de la escultura, donde una de las intenciones principales era la reproducción fiel de las formas humanas, especialmente sus articulaciones, sin las cuales el cuerpo sería una masa inmóvil y falto de realismo. El concepto se utilizaba también en la danza o la pintura y cualquier forma de arte que lidiaba con el cuerpo humano, donde la función y apariencia de las articulaciones resultaba fundamental en la expresión de la vitalidad de la vida y el arte.

Mucho se ha discutido acerca de qué es arte y tal debate nos llevaría a una discusión filosófica que no concierne a los objetivos de este trabajo.  Según Bernal Rivera (2008) la reflexión sobre qué pueda ser arte está determinada por la pregunta por el ser, y a un modo esencial de cómo acontece la verdad. La autora, desde un pensamiento circular, piensa que únicamente porque el arte es origen, puede el artista ser origen de la obra de arte, y esta, a su vez, serlo del artista. 

Otros autores, como Read (1943) consideran el arte como parte del proceso orgánico de la evolución humana, como algo distinto a la actividad para la función estética.  Lo considera un mecanismo sin el cual la civilización perdería su equilibrio. El arte no está en los museos o galerías de Roma o Florencia sino que el arte está presente en todo lo que hacemos para agradar nuestros sentidos.  Tolstoi (1951 citado en Vigotsky, 2006) considera el arte como una acción por medio de la cual el que ha experimentado un sentimiento lo transmite intencionalmente a los demás

Paín y Jarreau (1995) consideran que el concepto de arte debe ser tomado en el sentido que adquirió en la segunda mitad del siglo XX, donde no se trata ni del oficio de la recreación de la belleza ideal ni tampoco se pone al servicio de la religión o de la exaltación de la naturaleza.

En 1958, Naumberg describió el arte como una manera de enunciar sentimientos mezclados y escasamente comprendidos, en un intento de otorgarles claridad y orden.  (citado en Dalley, 1987)

Para Arias y Vargas (2003) el arte existe desde los primeros tiempos en la humanidad dado que la dimensión estética se ha plasmado en todas las culturas. Langer (1966), por su parte,  considera que la expresividad es la misma en todas las obras de arte de todos los tipos, y que si bien, lo que se crea no es lo mismo, sí lo es el principio de creación.

El otro componente de la palabra arteterapia es “terapia“, que según el DRAE (2001) en medicina es un tratamiento. Con respecto a la palabra “psicoterapia” el mismo diccionario da la siguiente definición: Tratamiento de las enfermedades, especialmente de las nerviosas, por medio de la sugestión o persuasión o por otros procedimientos psíquicos. 

Otros autores consideran que la palabra terapia implica un propósito o deseo de provocar un cambio ante un desequilibrio humano con procedimientos terapéuticos en la personalidad o en la forma de vivir que permanezcan después de que haya finalizado la sesión misma. (Arias, Vargas, 2003; Ullman 1961, citado en Dalley 1987)

Queremos citar dos definiciones de psicoterapia que nos parecen relevantes y apropiadas, la primera es de Frankl (2004) quien afirma que “psicoterapia es la interacción planificada, un intercambio de mucha carga emocional, basada sobre la confianza, entre un profesional socialmente reconocido como tal y aquel que sufre una dolencia”. (p. 98). La segunda es la de Coscio (2004) quien la define como: 

Una relación que se establece de hombre a hombre, un vínculo que implica el tratamiento de trastornos mentales por métodos psicológicos. El terapeuta pone en juego tanto sus conocimientos como su personalidad, para poder despertar en el paciente confianza y receptividad.  El fin u objetivo de la psicoterapia, si bien tiende genéricamente a la curación o restauración de la salud psíquica o mental, sus métodos varían sustancialmente, de acuerdo a los postulados o posturas filosóficas de cada teoría o escuela psicológica, ya que las posiciones doctrinarias van desde aquellas que entenderán la curación como la desaparición de los síntomas hasta otras que la conciban como una adaptación creativa al medio. (p.98)

Pasamos, ahora, a los dos componentes integrados de las palabras: ARTE y TERAPIA, que de acuerdo a Dalley (1987) sería la utilización del arte y de otros medios visuales en un entorno terapéutico o de tratamiento, donde la esencia reside en el resultado terapéutico de la actividad de crear algo. Asimismo, Naumberg (1958, citado en Dalley, 1987), dice que el proceso de terapia artística se basa en reconocer que los sentimientos y los pensamientos más fundamentales del hombre, derivados del inconciente, alcanzan expresión a través de imágenes y no palabras. También sostiene que todas las personas, tengan o no formación artística, tendrían la capacidad latente para proyectar sus conflictos interiores de una forma visual, consiguiendo con frecuencia una mejor articulación verbal.
http://www.arttherapyalliance.org/

sábado, 6 de agosto de 2011

Proceso creador

El DRAE (2001) define creatividad como: La facultad de crear; y, a la palabra “crear” como: Producir algo de la nada. Según Ferrater Mora (1985, citado en Fiorini, 2006) crear, es transformar lo posible en actual, es hacerlo nacer.
Consideramos relevante, a los fines de este trabajo, indagar sobre la etimología de las palabras, lo cual, nos ayudará a vincular la palabra creación con la palabra salud. De esta manera, en español, las palabras crear y curar guardan una raíz latina común (Touson, 2002):
- Crear del latín “creare” significa: criar
- Curar del latín “curare” significa: cuidar
En hebreo, los términos estar sano y ser creativo, y, salud y creación, tienen la misma raíz (Touson, 2002):
- Barí: estar sano
- Boré: ser creativo
- Briut: salud
- Briá: creación.
- Beriá : Admite las dos acepciones: creación y salud.
Finalmente, diremos que el que crea algo es su autor, palabra que viene de “augere” que significa aumentar, ampliar (de la Gándara, 2008).
Entonces, ¿podríamos pensar que el autor que, durante el proceso creador puede crear algo nuevo, estaría ampliando su estado de salud?
Ahora bien, ¿Qué consideraciones existen sobre la creatividad? Dalley (1987) señala que “la creatividad es la capacidad de hacer que exista algo nuevo para la persona” (p.19). Y ¿qué sería esa nada de donde nacen las cosas creadas?
Podríamos decir que juntar símbolos sin sentido para que al final lo tengan, para que digan algo, signifiquen algo para alguien. Gracias a esto podemos entendernos, nos comunicamos, nos enriquecemos, hacemos arte, “arte-factamos” el mundo, la vida. (de la Gándara, 2008).
Para el psicoanálisis la creación de imágenes permite liberar del inconciente las imágenes reprimidas, utilizando los mecanismos de represión, proyección, identificación, sublimación y condensación, que son fundamentales en el método terapéutico. (Freud, 1900/ 2006). Para aclarar la importancia decisiva que tienen los procesos inconcientes, Freud (1914/2006) considera que la actividad creativa no es reflejo inmediato de una intención deliberada; gran parte de su impulso y significación queda oculto al creador individual y, muy posiblemente, también a los miembros de su comunidad. Asimismo, destaca la importancia de los factores sexuales que sostienen una vida creativa. Los individuos creativos se inclinan a sublimar gran parte de su energía libidinal en forma de ocupaciones tales como escribir, pintar, componer o descifrar enigmas científicos.
Freud (1908/2006) plantea el siguiente interrogante:
¿No podríamos decir que cada niño que juega se comporta como un escritor creativo, en cuanto que crea un mundo propio o mejor, reorganiza las cosas de ese mundo en un modo nuevo que le agrada? (...)El escritor creativo hace lo mismo que el niño que juega. Crea un mundo de fantasía que toma muy en serio – es decir, que reviste de gran cantidad de emoción, al tiempo que lo separa nítidamente de la realidad. (p. 127)
Para la psicología analítica de Jung (1964), la creatividad es una forma de búsqueda que expresa sentimientos internos, creencias y pensamientos. Admiten que la necesidad de otorgar a la experiencia una forma significativa es algo fundamental en los procesos artísticos.
Por su parte, Levi Moreno (1961, citado en Touson, 2002) asignó un papel preponderante a la creatividad en su enfoque terapéutico del psicodrama, y describió cuatro aspectos en el hecho creativo: la primera propiedad del acto creador es la espontaneidad, la segunda es la sensación de sorpresa, la tercera es su irrealidad, que se dirige a la alteración de la realidad dentro de la cual surge. La cuarta es que implica un actuar sui generis.
Lo creado es una forma expresiva para nuestra percepción. A través de los sentidos o la imaginación, expresa sentimientos humanos, entendiendo como tales a todo lo que puede sentirse desde la sensación física, el dolor, y el alivio, la excitación y el reposo, hasta las más complejas emociones, tensiones intelectuales. (Langer, 1966).
Bender (1952, citado en Hammer, 2008) señala que es posible que el individuo que desee crear, tenga que volver a la infancia, con todas sus luchas, anhelos e incertidumbres. Mediante el lenguaje simbólico las personas representan niveles relativamente primitivos de la personalidad. Por lo tanto, la autora considera que, los psicólogos disponemos de un material bruto a partir de los cual podríamos forjar un instrumento clínico.
Hammer (2008) afirma que “las producciones creadoras revelan las necesidades internas más directamente que cualquier otro tipo de actividad” (p.25).
Las imágenes pueden crear claridad de expresión, en especial con respecto a ciertas cosas que son difíciles de decir. Simbolizan sentimientos y experiencias. A través de imágenes se puede constituir un medio de expresión verbal, y al mismo tiempo, es capaz de hacer que tales sentimientos y experiencias se vuelvan menos amenazadoras. (Dalley, 1987).
En el acto creativo, el conflicto podría experimentarse, resolverse, e integrarse. El proceso práctico de crear algo entabla un diálogo con el propio ser. La conclusión de este diálogo puede considerarse como una formulación concreta ante el mundo. La obra, lo creado, tiene existencia concreta, no puede negarse, borrarse u olvidarse. Sobrevive a lo largo del tiempo y por lo tanto sirve como índice y elemento de comparación entre el pasado, presente y futuro. (Kramer 1958, citado en Dalley, 1987).
Investigaciones conductistas, como las realizadas por Skinner (1953, citado en Gardner, 2003), en relación a la creatividad, afirman que las personas que se dedican a una actividad creadora es a causa de una historia previa de recompensas o reforzamientos positivos.
Nos preguntamos: ¿Qué pasaría si las recompensas o reforzamientos positivos no existieron en un momento previo de la historia vital del paciente, y si durante el proceso arteterapéutico, donde se promueve la creatividad, el psicólogo, pudiera propiciar el tiempo para que estos reforzamientos positivos pudieran darse?
Amabile (1983, citada en Gardner, 2002) ha llamado la atención sobre la importancia de la motivación intrínseca, en relación a la creatividad. Ha demostrado que las soluciones creativas de problemas se dan más a menudo cuando los individuos se dedican a una actividad por puro placer que cuando lo hacen por eventuales recompensas exteriores. Y afirma que: “la ausencia de evaluación parece liberar la creatividad” (p. 44)
Csikszentmihalyi (1998) ha descrito “un estado de flujo” o “experiencia de flujo”, en la que los individuos se encuentran completamente dedicados al objeto de su atención y absorbidos por él, durante el proceso creador. En cierto sentido, los que están “en flujo” no son conscientes de la experiencia en ese momento, sin embargo, cuando reflexionan, sienten que han estado plenamente vivos, totalmente realizados y envueltos en una “experiencia cumbre”.
En contraposición a nuestro punto de vista, Gardner (2002) afirma que “Declaro que las actividades creativas solo son conocidas como tales cuando han sido aceptadas en un cultura concreta”. (p.53).
Si es la cultura la que acepta si algo es creativo o no, debemos, entonces, resaltar la marginación histórica que ha tenido el tratamiento de la locura. Y por lo tanto, la no aceptación del “arte de los locos”.
¿Cual sería la diferencia entre la creación de un cuadro, por ejemplo, y otras labores, como hacer un zapato? El cuadro se hace fijando pigmentos sobre un pedazo de lienzo, y lo que surge de ese proceso es una estructura de espacio. Ese espacio es un conjunto emergente de formas, de volúmenes visibles coloreados. Ni espacio ni forma estaban en el cuadro, por lo tanto, podríamos decir que el cuadro es una aparición. El lienzo o el papel existían antes, como así también, los pigmentos; sólo se los ha movido, se los ha combinado y distribuido para componer un nuevo objeto físico que el paciente llamará de alguna forma, “mi telita”, “pedazo de papel”, etc. La imagen que aparece es nueva, nunca existió antes, en ningún sitio, ni tampoco ninguna de sus partes. La ilusión de espacio es creada. Ese espacio organizado lo está mediante formas más o menos equilibradas, con relaciones dinámicas, tensiones y resoluciones entre ellas. El espacio pictórico es un espacio simbólico y su organización visual es un símbolo de sentimiento vital. (Langer, 1966).
Dos son las cualidades que queremos destacar del proceso creador. La primera que el paciente daría vida, existencia real a su obra. La segunda que para hacerlo va en búsqueda del pasado personal. Forster, en 1948, dice que: “Es en este pasado personal, estrato inconciente de la personalidad, donde el hombre, en su estado creador, hace bajar un recipiente y levanta algo que normalmente está más allá de su alcance”. (citado en Hammer, 2008, p. 26). La creación artística consiste en captar, en un momento y en un lugar determinados, esas categorías temporoespaciales que se expresan a través de un símbolo. (Loschi, 1979).
Fiorini (2006) considera que podemos pensar en un sistema denominado “psiquismo creador”. Sería un sistema que se activa y desarrolla en el tiempo mediante la puesta en marcha y resolución-culminación de procesos de orden creador. Considera que puede hablar de un sistema ya que los fenómenos de la creación investigados permiten identificar: Un objeto de los procesos creadores; dinámicas de campo creador (sincronía y diacronía de la creación); procesos de producción creadora; un sujeto de tales procesos; una tópica psíquica propia de los procesos creadores; una temporalidad especial instaurada por la creación; procesos de pensamiento activados en el trabajo creador (procesos terciarios de pensamiento); y, formas particulares de conflictos que se establecen en el interior del sistema.
Spiegelman (1956, citado en Hammer, 2008) informó acerca de un estudio sobre la hipótesis de que los psicólogos pueden deducir los rasgos de personalidad, a partir del esfuerzo creador de un individuo. Administró el Test de Rorschach a Sam Zebba (creador de la película Uirapuru); éste fue analizado por Bruno Klopfer quien interpretó el test “a ciegas”, o sea, sin más información acerca del autor de la película que el hecho de que el entrevistado era un adulto del sexo masculino. En su interpretación dedujo 25 afirmaciones verdaderas sobre la personalidad del cineasta, que fueron mezcladas con 25 afirmaciones falsas. Luego, se entregó las 50 afirmaciones a un grupo de psicólogos clínicos y legos. El grupo clínico seleccionó las afirmaciones que describían al entrevistado – sobre la base de haber visto la película cinematográfica – significativamente mejor que lo que se hubiera podido acercar por azar, y significativamente mejor que el grupo control.

viernes, 5 de agosto de 2011

Evolución de la arteterapia.

De acuerdo a Freud (1913/2006) :

(..) el arte constituye el reino intermedio entre la realidad que deniega los deseos y el mundo de fantasía que los cumple, un ámbito en el cual (..) han permanecido en vigor los afanes de omnipotencia de la humanidad primitiva”. (p.190)

            Históricamente el hombre utilizó dibujos para registrar sus sentimientos, ideas religiosas, necesidades y acciones mucho antes que símbolos que registraran el habla (Hammer, 2008). Ejemplo de esto es “La Cueva de las Manos” en la provincia de Santa Cruz que data de 7350 a.C.  que es considerada como una de las expresiones artísticas más antiguas de los pueblos sudamericanos. “Las tendencias de configuración artística de los hombres primitivos podrían nacer de la necesidad de distinción, del juego, del deseo, del poder, del sexo, o del miedo“(Gándara Martin, 2008. p. 3). Por su parte, Jaffe, en 1964, señala que “Las pinturas de animales se remontan a la Era Glacial, es decir entre 60.000 y 10.000 a.C. y el hecho psicológico subyacente es la sólida identificación entre un ser vivo y su imagen a la que se considera el alma del ser“.  (citado en Jung,1984, p. 234)


Cueva de las manos (Pcia. De Santa Cruz - Patagonia - Argentina)

Fuente: www.patagonia.com.ar



            Se considera que el chamanismo data del período del Neolítico (7.000 a.C). El chamán era considerado el curador por medio de métodos físicos y psicológicos, como así también mediante la creación de símbolos como espirales, laberintos, etc. (Malchiodi, 1998)

            Los griegos vinculaban la poesía con la magia, los ritos religiosos y los fenómenos extáticos y proféticos. Muchos mitos y leyendas hacen intervenir a los dioses en la creación artística. (Gil, 1967). Uno de ellos es el de Pygmalion que después de esculpir la estatua de una mujer en la piedra, se enamora de ella y le pide a Afrodita que le dé vida. (Hammer,2008)

            Los griegos y romanos, a partir del desarrollo grecolatino, especialmente, con Hipócrates, desarrollaron tratamientos lo más humanos posible para las personas con trastornos psicológicos. Así, por ejemplo, seguidores de Pitágoras fueron, más que médicos, una orden religiosa que recomendaba una vida pura, adquirida a través de las dietas y prácticas especiales dando un gran valor a la música como terapia para restaurar el equilibrio. Médicos como Plutarco exaltaban el trabajo como fuente de salud.  Restrepo (2005)

            El Medioevo (s.V a sXV) trae un período de oscurantismo y superstición, el loco era un enviado del demonio o un fenómeno anormal a ser exhibido o quemado en la hoguera. “La locura es pensada como el quiebre que dicha unidad sufre a causa de los efectos de un deseo siniestro, de una tentación venida de afuera, de un exterior diabólico. La lepra era su castigo” (Fisher, 1997, p.15). No obstante esto, cuando los árabes conquistaron Persia en el siglo VII, tomaron contacto con las instituciones médicas transformándolos en hospitales asistenciales con bibliotecas, jardines, patios para la lectura, narradores de cuentos para distraer a los enfermos y por la noche se tocaban suaves místicas para adormecer a los que sufrían insomnio (Restrepo,2005). Por las Cruzadas llegan a Occidente influencias de la cultura Oriental, rica en arte, literatura y ciencias. (Fisher, 1997)

            Si bien el Renacimiento no se caracterizó por grandes avances en la salud, fue positivo el movimiento renovador en el arte y la literatura (Restrepo, 2005). Surgen los primeros asilos donde se comienza a observar que el trabajo representa una terapia eficaz constatable ya que los enfermos no sometidos a ocupaciones, rara vez curaban. Sin embargo, lo siniestro habita al hombre y lo temido queda representado por los innumerables sueños y fantasías (Fisher, 1997).  Foucault (1979, citado en Fisher, 1997) simboliza con “la nave de los locos” la concepción vigente sobre la locura. El loco hablará de los dolores y miserias del hombre, es un peligro para la sociedad, por eso será confinado a cárceles, asilos, leprosarios.


            La nave de los locos - El Bosco – 1503




Con el pensamiento clásico, se produce un giro fundamental en el s.XVIII con Philippe Pinel, quién aparece encarnando la mentalidad de un particular momento histórico. La reforma filosófica recién impulsada por la Revolución Francesa, permite la expresión de ideales de igualdad, la libertad y la fraternidad de todos los seres humanos, incluyendo a los enfermos mentales. Pinel, director de renombrados nosocomios como Bicetre y Salpetriere, quitó las cadenas a los enfermos mentales (Coscio, 1999). Genera instituciones y tratamientos donde el afecto era una de las herramientas para la cura, y donde, también, se aconsejaba que en los períodos de lucidez se hiciera algún trabajo como medio terapéutico. Este tipo de tratamiento pasa a llamarse “tratamiento moral”, antecedente de la terapia ocupacional. Asimismo, veía como un signo de recuperación mental que los pacientes con experiencia previa en pintura, realizaran alguna expresión artística posterior. (Rojas, 2006)

            Hacia 1820 muchos psiquiatras ven en las actividades artísticas un medio para alejar a los enfermos de sus ideas fijas.  Lombroso, en su célebre trabajo sobre “El genio en los locos”, escrito en 1909, mismo año en el que m muere, intentó poner en evidencia las relaciones entre símbolos y signos patológicos, a partir del estudio de dibujos y tatuajes de criminales (Guimón, 2008). Toda esta época la podemos enmarcar dentro del Romanticismo cuyo paradigma principal era el sujeto, sus fantasías, instintos, y deseos. Los románticos consideran que el creador hace por intermediación de la inspiración y de su estado de ánimo, por ejemplo, utilizando la imaginación activa, un arte que tiene valor para el autor, como el valor que tienen las imágenes para el soñante. Goya, en la pintura, fue uno de los más notables, sus series negras muestran sin eufemismos escenas de canibalismo, tortura, pasión, etc. (Malpartida 2003).


Hacia fines del siglo XIX y principios del siglo XX, es fundamental el descubrimiento del inconciente, y el desarrollo del psicoanálisis con la figura de Sigmund Freud, que encuentra en las imágenes visuales, ya sea de sueños o recuerdos, un componente esencial para la manifestación del inconciente. También, amplía los estudios sobre la imagen visual, en lo que llamamos el psicoanálisis aplicado, por ejemplo, de “Un recuerdo infantil de Leonardo da Vinci”, “La virgen con el niño y Santa Ana” y “El Moisés de Miguel Angel”,  entre otros; en los que intenta descubrir, mediante la interpretación psicoanalítica, la relación entre la obra plástica y los conflictos íntimos del artista y del personaje, con el fin de develar aquellos elementos simbólicos afines a sus vivencias infantiles y disfrazados por las imágenes. (Freud,1914/2006)

El romanticismo y el psicoanálisis colocarían las bases de lo que hoy comenzamos a llamar: psicoterapia psicoanalítica a través del arte. (Malpartida, 2005)

            Otra figura destacada en esta evolución es Carl Jung, quien fomentó la producción artística como parte del proceso terapéutico; consideraba que las imágenes arquetípicas eran huellas de las vivencias primordiales de la humanidad y la fuente de toda creatividad. El hombre es propenso a crear símbolos, transforma inconscientemente los objetos o formas en símbolos dotándolos de gran importancia psicológica, y los expresa en la religión o en las artes visuales.  Es por ello que recomendaba a sus pacientes dibujar y pintar imágenes y sueños para darles forma a lo inexpresable por las palabras como vía posible para organizar su caos interior, al considerar la creatividad como función estructurante del pensamiento. Esta práctica artística y la creencia en el poder de los mandalas prefiguraron una de las corrientes del arte terapia contemporáneo.  (Jung, 1984)


Mandala: “Pájaros sobre el papel” . C.G. Jung ; Libro Rojo, pag. 105. 1914-1930

Fuente: Foundation of the Works of C.G. Jung



En 1919 Hans Prinzhorn ingresa a la clínica Heidelberg en Alemania y encuentra una colección de arte pictórico de pacientes esquizofrénicos, la que fue ampliando hasta reunir 5.000 obras realizadas por 450 internados de asilos de Austria y Alemania. El hablaba de una  pulsión creadora o necesidad de expresión instintiva que sobrevive a la desintegración de la personalidad y, en cierto modo, puede considerarse terapéutica. Considera que las obras surgieron de una necesidad urgente de los pacientes de imponer un orden al caos y de una pulsión hacia la expresión. (Guimón, 2008;  Gutierrez, 2004)
Surgen, también, los estudios comparativos de producciones artísticas realizadas por enfermos mentales, personas normales y grandes artistas, logrando utilizar los dibujos como tests proyectivos.  Rorschach en 1921 (Rorschach,2009) publicó su psicodiagnóstico, partiendo de la hipótesis que la interpretación de las manchas de tinta no constituía una prueba de imaginación, como hasta ese momento se había creído, sino de la personalidad, y  a partir de la reestructuración mental que el examinado realiza al dar significado a las formas semiestructuradas que percibe.  En 1926 Goodenough emplea el dibujo humano para evaluar la inteligencia en el niño, partiendo de la hipótesis de que el niño dibuja lo que sabe, no lo que ve, por lo tanto la representación gráfica es la manifestación de la representación interna que el niño tiene del objeto. (Zennequelli, 1999; Gay de Wotjun, citado en Zennequelli, 1999)

            Los artistas de vanguardia, también a principios del s. XX, se revelaron contra el positivismo y la tradición cultural. Para ello se acogieron a valores como el instinto, la pasión, la violencia o el delirio. Principal representante de la vanguardia es el Dadaísmo,  que aparece simultáneamente en Nueva York, Berlín, Suiza entre 1916 y 1922 con Tristán Tzara como fundador.  El poema dadaísta suele ser una sucesión de palabras y sonidos, lo que hace difícil encontrarle lógica. Se distingue por la inclinación hacia lo incierto, al nihilismo y a lo absurdo. Por su parte, el procedimiento dadaísta busca renovar la expresión mediante el empleo de materiales inusuales, o manejando planos de pensamientos antes no mezclables y tiene una tónica general de rebeldía o destrucción.

El Manifiesto Dadaísta dice “Toda obra pictórica o plástica es inútil; que sea un monstruo que asuste a los espíritus serviles, y no dulzona para exornar los refectorios de animales con hábitos humanos, ilustraciones de esta triste fábula de la humanidad. Este mundo no está especificado ni definido en la obra, sino que pertenece en sus innumerables variaciones al espectador. Ese mundo carece de causa y teoría.  Orden = desorden; yo = no-yo; afirmación = negación”. (Tzara, 1918, p. 8)

            De esta nueva perspectiva encontramos múltiples ejemplos como la exposición de Arte Fantástico en 1936 en la que se presentaron una selección de acuarelas de la colección Prinzhorn del hospital psiquiátrico de Heidelberg (Hernández, 2008).    De acuerdo a Breton (1992) en la psicología surrealista el inconsciente es la región del intelecto donde el ser humano no objetiva la realidad sino que forma un todo con ella. El surrealismo propone trasladar esas imágenes al mundo del arte por medio de una asociación mental libre, sin la intromisión censora de la conciencia. De ahí que elija como método el automatismo y  lo que habla a través del médium es el inconsciente.   En 1936 Breton incluye obras de enfermos psíquicos en la Exposición Internacional de Surrealismo realizada en Londres, Inglaterra. (Lopez Martinez, 2009)

            Ferdière fue un personaje clave y mediador entre los mundos del arte y la psiquiatría de los años treinta. Es reconocido su trabajo con el artista Antonin Artaud, quien había ingresado en el  manicomio parisiense de Sainte-Anne con diagnóstico de esquizofrenia para luego ser trasladado al Hospital de Rodez, donde es estimulado para escribir y dibujar.  Los médicos de Sainte Anne alentaban la pintura entre los enfermos y no era extraño ver repletas de pinturas eróticas las paredes de la sala de guardia y del comedor. (Gutierrez, 2004)

            Luego de la Segunda Guerra Mundial se genera un mayor conciencia social, a partir de la tragedia de muchos enfermos mentales exterminados por el nazismo por su condición de “locos“. En este contexto aparece Jean Phillipe Dubuffet quien retoma el legado de Prinzhorn, encabezando el movimiento “Arte Bruto“, cuya teoría aboga por la creatividad de las personas y el arte abierto al hombre común. En el Manifiesto de Arte Bruto, Dubuffet llama a los artistas a “desbaratar el sistema mediador de ideas y formas recibidas considerando que tal vez el arte de los niños y de los perturbados ofreciera una nueva fuente de pureza incontaminada por unos valores “civilizados” ya desacreditados. El Arte Bruto aporta al Arteterapia algunas consideraciones como que la enfermedad mental es portadora de creación o la creación como tratamiento para la locura”.  (Gutierrez, 2004)

De forma paralela comienza en Gran Bretaña a gestarse el Arteterapia. En 1938 el pintor Adrian Hill es ingresado al King Eduard Hospital y dada su larga estadía, decide pintar para superar su enfermedad. Pronto organiza talleres gratuitos a los que se fueron sumando otros pacientes del hospital. Observa que a través de los medios plásticos los soldados heridos en la guerra proyectaban sus experiencias traumáticas pero también podían hablar sobre lo sucedido durante la guerra (Lopez Martínez, 2009). En 1942 acuña el término “Art Therapy” para designar a las actividades artísticas realizadas con objetos terapéuticos.

            En 1946 Cunningham pide al artista Edward Adamson que realice un estudio de las actividades artísticas en el Hospital Psiquiátrico de Netherne. Consigue reunir una colección con obras y decide formar una galería de arte para que los pacientes pudiesen exponer sus obras. Años más tarde, Adamson y Frank Breakwell forman la Asocación Británica de Arteterapeutas.

            En Estados Unidos el surgimiento del Arteterapia se enlaza al desarrollo del psicoanálisis. Muchos educadores con habilidades pedagógicas y artísticas se vieron influidos por el surrealismo y el expresionismo, como así también por su análisis propio.  Una de las principales figuras en este ámbito es Naumberg quien entre 1941 y 1947 trabaja en el Instituto de Nohal Lewis,  donde juntos experimentan con técnicas pictóricas de libre expresión en sus terapias con pacientes adultos. Observó que las pinturas conseguían perpetuar las proyecciones de los conflictos, los deseos, identificaciones, simbolizaciones, etc. (Malpartida, 2003). En 1953 junto al psiquiatra Appel, director de la Asociación Americana de Psiquiatría, presentan en el Congreso Internacional de Psiquiatría un trabajo sobre el “Tratamiento de la Esquizofrenia con el uso del Arteterapia”. Allí muchos psiquiatras y especialistas se muestran interesados en la fusión de las dos disciplinas. 

            En 1950, tuvo lugar también en el Hospital de Sainte-Anne, la Exposición Internacional de Arte Psicopatológico, coincidiendo con el primer Congreso Mundial de Psiquiatría. En 1954 Delay creó en el hospital de Sainte Anne el esbozo de lo que sería el Centro de Estudios de la Expresión y el departamento de Arte Psicopatológico y el Centro de Documentación sobre Artes Plásticas. En 1959 se fundó la Sociedad Internacional de Psicopatología de la Expresión (SIPE). (Gutiérrez,  2004)

            La obra de Hammer (2008) fue de gran impulso para la nueva e incipiente disciplina, ya que consigue reunir la participación de especialistas clínicos en la investigación del uso del dibujo en terapia y como herramienta de diagnóstico, entre otros a Lauretta Bender, John Buck y Karen Machover. 

En 1966 se funda la Asociación Americana de Arteterapia en los Estados Unidos, siendo su primera presidenta Naumberg.

Aspectos esenciales de la obra dearte.

 Nos preguntamos: ¿Qué tienen en común las obras de arte? Ya que los objetos creados en las sesiones de arteterapia y las obras de arte coinciden en que son expresiones humanas. Sin embargo, la diferencia reside en que, la obra de arte sería producto de la técnica, mientras que los objetos creados en sesiones de arteterapia, son maneras de explorar nuestras emociones y tienen como objetivo el autoconocimiento o la transformación de la realidad conflictiva.(Arias y Vargas, 2003).

Por su parte, Marcuse, en 1972, dice que una obra de arte no es auténtica o verdadera ni en virtud de su contenido ni en virtud de su forma“pura”, sino porque el contenido se ha hecho forma. (citado en Paín y Jarreau, 1995)

De acuerdo a Read (1943) las variables principales de una obra de arte son la forma y el color, y, además, agrega el aspecto subjetivo, es decir, la cooperación de quien está viendo la obra de arte, y las emociones que proyecta en ella, llamada “empatía”.El equilibrio, la simetría, y el ritmo serían variables secundarias.

En primer lugar, la forma remite a la organización y la obra de arte “toma” o “adopta” una forma dada por el artista. Langer (1966) afirma que la forma, en su sentido más abstracto, equivale a estructura, a articulación, a un todo que resulta de la relación de factores mutuamente dependientes o, con más precisión, el modo en que se reúne el conjunto o todo.

En segundo lugar, tenemos el color, del que Read (1943) y Touson (2002) coinciden en que sería el aspecto superficial de la forma, de la cual no podemos separarlo. Es la reacción de la forma de un objeto a los rayos de luz mediante la cual lo percibimos y ejerce un efecto directo sobre nuestros sentidos. También, podemos hallar aspectos fisiológicos dela frecuencia de ondas o rayos luminosos que inciden en nuestra retina, como así también aspectos psicológicos que hacen que una persona asocie un determinado color con algo referente a su historia de vida.

Kandinsky (2003) considera que: “Toda obra de arte es hija de su tiempo, muchas veces es madre de nuestros sentimientos” (p.21). “Cada cuadro encierra misteriosamente toda una vida, toda una vida con muchos sufrimientos, dudas, horas de entusiasmo y de luz” (p. 23)

Pichón Riviere (1974) considera que:

La experiencia estética que ocurre y es vivenciada por el espectador, se presenta cuando un objeto (obra de arte) funciona simbólicamente para él como un medio de satisfacción de susnecesidades emocionales (fantasías) inconcientes. Se trata aquí, de un descubrimiento; en realidad es siempre redescubrimiento de sus fantasías inconcientes a través de la forma y el contenidodel objeto estético, como una reacción en espejo. (p.14)

¿Qué lo hace terapéutico?

Según Touson (2002) el hecho creativo para que sea curativo, debe darse dentro de ciertas condiciones. Si bien abordaremos en profundidad estos indicadores en el Capitulo 4, queremos señalar que los tres ejes principales son: Marco o encuadre arteterapéutico, los objetivos dirigidos a la cura, y la transferencia paciente - obra -terapeuta.

Entender las experiencias simbólicas, transferenciales, vinculares a lo largo del proceso es tan importante como el proceso de arte mismo. La reparación, el autoconocimiento y la transformación provienen también del hecho de que hacer arte, es a partir de una relación creativa. Como las imágenes visuales son más profundas y preverbales es posible comprender los problemas, síntomas, fantasías, traumas, recuerdos reprimidos y censura, entre otras, de forma más clara, directa y experimentar los afectos con que están cargadas. (Malpartida, 2003)

Naumberg (1955, citado en 2008) afirma que muchos psiquiatras han observado que las técnicas de la terapia artística reducen la extensión del tratamiento así como las complicaciones de la transferencia negativa. Dos factores contribuyen a que esto se logre, primero animar al paciente a que interprete sus propias proyecciones simbólicas y segunda, la identificación narcisística del paciente con su propio arte.

Jugar con el arte sería un proceso curativo de por sí, pero para que tenga una finalidad psicoterapéutica es fundamental entender lo que ocurre durante el proceso de creación. Sería la unificación de la experiencia llevada a cabo durante el proceso, lo que permite comprender, entender la propia singularidad. Cada individuo irá planteando las distintas modalidad de abordaje que necesite, quizás haya algunos que puedan darse cuenta por si solos, mientras que con otros, sea necesario ir induciendo qué es lo que está ocurriendo.

Para Fiorini (2006) la creatividad es inherente al cambio psíquico e indica cómo en el trabajo terapéutico estamos siempre invitados a crear, ya que el cambio psíquico y el desarrollo implican la creación de“nuevas tramas de sentido”. (p.8)